o.. el azúcar en la vida de los Alemanes.

Esta mañana he llegado a mi mesa de trabajo y había un trozo de pastel de marzapán con mermelada de cerezas encima de un plato y al lado de un tenedor de postre. Esta misma tarde, mi jefe nos ha repartido unos pasteles que había recibido de otros compañeros, era un pastel de ciruelas rojas con gelatina y que dormían encima de una masa de galleta. Y así se suceden los días en el trabajo, día si día no, alguien trae un pastel, o cuatro pasteles diferentes, sea la excusa de un cumpleaños, de una ecografía que ha salido bien, que tengan calor y vayan a comprar helados al Lidl, y la idea es siempre pensar en los demás y comprar para todas las personas que nos sentamos cerca. O simplemente les apetece comprar bizcochos y pasteles en la panadería de la esquina y como lo bonito es compartir, aquí estamos, educadamente diciendo .-si, un trozo pequeño.- gracias. El caso, es que por la mañana o después de comer a la hora del té (15h), hay una alta probabilidad de que haya algo dulce para comer.

La divinidad culinaria no termina aquí, sino que si miramos en los cajones de nuestros compañeros alemanes de trabajo, nos podemos encontrar sacos de gominolas de la marca Haribo o de otras, y una colección de chocolates, chocolatinas, o variedades Kinder, listas para ser comidas o para ser repartidas / compartidas con los colegas del trabajo.

Luego están las pastillas de puro azúcar que el márketing y los alemanes bien educados dicen que es para recuperar toda la energía perdida en segundos. Estas pastillas se pueden comprar hasta en el Lidl, en cualquier supermercado y los pueden dar gratis como peladillas en cualquier evento.

Este uso del azúcar en todas sus variedades y formas (incluida la varidad líquida en zumos concentrados de azúcar) es una de las sorpresas con las que uno se encuentra al pisar tierras alemanas. Pasando por el típico Kaffee Kuchen de  las tres de la tarde, hasta los niños de un año con una helado de dos bolas, pasando por que siempre hay un cajón lleno de chocolates, dulces, haribos en las cocinas, hasta lo bien visto de comer chocolates a cualquier hora, y que son un super regalo super socorrido el dar bombones de chocolate para los cumpleaños, fiestas y cualquier otra celebración (Pascua, Navidad, Adviento).  Yo he visto regalar de una hermana a su hermano para el cumpleaños una bolsa de regalo con un par de bolsas de haribo, una caja de chocolates y con un bote de nutela y quedarse así de anchos! Algunos si que están como bolas pero otros no, así que la conclusión o hacen mucha bici, o no cómen otra cosa que chocolates.

Mi problema es cómo decir no! Aunque he estado observando a los demás autóctonos cómo reaccionan, y ellos a veces dicen: «estoy lleno»,  «ahora no me apetece», «gracias, luego cojo», «después de comer si», «para la tarde…». pero si insisten, entonces sólo queda decir algo cómo «bien, entonces comparto con Emma un trozo», de esta manera también sacas de un apuro a tu compañera. Cómo lo lleváis vosotros?

 

4 comentarios en “Gominolas, Chocolates y Pasteles… en el Trabajo y en la Vida”

  1. Una de las 2 cosas 2 que estraño del Putopueblo son las tartas de Café Frank.
    ¿Como lo llevo? Fatal, a juzgar por mis kilos de más; genial, a juzgar por mi deleite cada vez que me como una delicia de esas.
    Vivan Lindt, Magnum, el Streusel y todas las Beeren!

  2. Pues yo encuentro que comen fatal, mi compañero de despacho tiene como tu dices, un cajón lleno de gominolas, chocolates y galletas varias, que come a todas horas. Pero a la hora de comer que hace? Una sopa instantania que se hierve en el mismo despacho con un hervidor de agua (de los de preparar té). Lo mismo otros compañeros, que si su mujer por la noche cocina «warm» (aunque sea un plato de pasta con salsa de tomate, ya es cocinar con toda regla para ellos), entonces a mediodía pasan con su sopita y su trozo de pan o con una ensalada..
    Y cuando a veces hablamos de qué comemos en casa y les cuento que ayer hice una tortilla de patatas o que hice unos calabacines empanados, pollo a la plancha, arroz a la cubana…en fin, las cosas rápidas que «cocino», porque una no tiene tanto tiempo como le gustaría…Pues estan sorprendidos, que si al mediodia ya como «warm» podría pasar con un trozo de pan con queso por la noche! Un dia o dos a la semana, vale, pero no cada día! Para ellos parece que sea mucho esfuerzo invertir media hora o cuarenta y cinco minutos al dia en cocinar algo como Dios manda. En fin, diferencias culturales..

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