No es fácil emigrar, no es fácil salir de un país en crisis, el cuál se lo come una corrupción escondida de los bajos y altos fondos que ahora sale al descubierto. No es fácil decir que se viene de un país que de repente todo lo hemos hecho mal. De una crisis inmobiliaria que afectaba a unos pocos habitantes se ha pasado a una crisis existencial de estado, conllevando que de repente no hay dinero ni en el banco, ni en el gobierno, ni en las casas.

Empiezo en negativo, para ir poco a poco al positivo, si se puede y si la situación actual me deja.

Hay muchos tipos de emigrantes, tantos diferentes cómo tipos de vida, tipos de personalidad y tipos de historia. Los hay aventureros, los hay profesionales, los hay románticos, los hay desesperados y los hay del montón. Aunque es fácil decir que quien sabe buscarse la vida estará bien en cualquier parte, de las palabras a la realidad hay un gran abismo, y para “buscarse la vida” hay que ser valiente, arriesgar, comprometerse, tomárselo en serio, trabajar duro y ser responsable de las acciones y de la palabra.

Curiosamente, aunque España y Alemania estén en el mismo continente euroasíatico, y entre frontera y frontera haya alrededor de unos mil kilómetros, la realidad es que la cultura y la personalidad social son bien distintas e incluso antónimas en la mayoría de los casos. Lo que nos parece normal en un país es ridículo en otro y viceversa. Sin entrar en las definiciones léxicas de “normal” y de “ridículo” voy a explicar los puntos clave que puede llevar a una persona a tener una catastrófica emigración a Alemania desde España.

  • Esperar que los Alemanes nos den valor por lo que hacemos: Tenemos que decir alto y claro lo que valemos y lo que queremos… nadie nos dará nada gratis. Por eso, los alemanes protestan a todas horas, para conseguir las cosas, descuentos y ascensos! Los alemanes se pueden aprovechar muy fácilmente de alguien que “espera y espera” a que le den una palmadita en la espalda y le felicite… puede morir esperando, en este país, se dice y se pide. Y felizmente, ellos reaccionan!
  • Esperar a que nos digan lo que tenemos que hacer: Aunque a simple vista parece que sean claros, directos y autoritarios, en este país se tiene tendencia a “delegar” y a “asumir que sabemos lo que tenemos que hacer”. Ser proactivos mejor que esperar que nos digan algo.
  • Esperar que nos den todo regalado y gratuito por que yo lo valgo: Aquí no te dan nada gratis. El dinero les encanta, y si quieres algo gratis te lo tienes que ganar. Por ejemplo, guarda todas las facturas, haz la declaración de la renta y te devolverán bastante “de los impuestos pagados”, haz un papel burocrático de más, y algo te saldrá gratuito. Calcula y haz comparaciones en el excel de viajes, promociones, etc.
  • Esperar que los alemanes hablen español: Si, parece obvio, pero muchas personas creen que sin saber alemán y ni siquiera ingles (sólo aplicable en algunas profesiones) pueden venir a trabajar a Alemania.
  • Esperar que la burocracia y los procesos sociales de integración funcionen cómo en España: Cada país es diferente y funciona diferente, hecho que parece que se olvide con frecuencia. Todos los papeles necesarios empezando por el empadronamiento “Anmeldung” son muy importantes, hay que hacer papeles para hacerse autónomo, para abrir una empresa, para hacer la declaración de la renta, para facturar. Todos los procesos tienen sus formularios y sus plantillas. Hay que conocerlos y aplicarlos. Socialmente se es social si se habla de “conversaciones de ascensor” en todas partes, hasta en el baño, la cocina, las escaleras, en la calle. Se es social si se sale a tomar una cerveza con los compañeros de trabajo al salir del trabajo, si se comen juntos, pero no tanto si se va a tomar el bocadillo de media mañana. Siempre hay que hablar, “las conversaciones de ascensor” son el top de la sociabilidad. Hablar de hobbies, del tiempo, de anécdotas del fin de semana sin sentido.. aquí la seriedad desaparece.
  • No respetar las profesiones, ni respetar a los expertos: En España, somos expertos en todo y todo lo podemos hacer. Soberbia que parece que la perdamos enseguida cuando busquemos un trabajo o cuando tengamos que hablar en otra lengua. El caso, a los alemanes les gusta hablar mucho de su trabajo y con mucho detalle, por eso es educación alemana escuchar y saber reconocer lo difícil de cada profesión y que es difícil llegar a ser experto o llegar a ser un profesional en un área. Lo mismo se aplica al revés, un alemán te verá que entiendes, si hablas seriamente y con mucho detalle de tu trabajo, sinó no tendrá confianza en lo que haces ni dices.
  • Querer mantenerse en guetos y a un margen de la cultura del país de acogida: Estar dentro de un caparazón de caracol y querer evitar conocer la realidad que nos envuelve, no sentir las nuevas leyes del país de acogida, o las reglas sociales, no comprenderlas y por ende no seguirlas con la justificación de que no somos alemanes, nos puede llevar a que los alemanes no quieran tener una relación con nosotros, aunque sea un “Buenos días”. Para ser aceptados hay que hacer el esfuerzo de salir del caparazón y entender las nuevas reglas.
  • Que por mucho trabajar no se llega más lejos, priorizar es la clave: Trabajar más horas, trabajar sin descansar. Ésto no es trabajar para un alemán. Ellos se rigen por la ley del mínimo esfuerzo. Tienes que saber cuál es tu objetivo y la manera más fácil y sin grandes esfuerzos para llegar a ello. Por eso cuando un español trabaja mucho, un alemán no se lo va a reconocer ni a dar una palmadita en el hombro. Pero sí, si lo ha hecho de una manera ingeniosa.
  • No hay que mostrar que se és super eficaz: Hay que tomarse tiempo de hacer las cosas, sinó nos darán más trabajo que a los demás. En el trabajo escucharéis a los alemanes siempre quejarse del trabajo, de que es mucho, de que no les gusta. No os asustéis es normal, viene con su ADN. Los alemanes son muy lentos!

La siguiente incógnita es cómo integrarse sin perder la esencia de uno mísmo? Siguiente artículo.

Os deseo mucha suerte en vuestra vida personal y profesional en Alemania.

7 comentarios en “Sinopsis de Emigrar a Alemania”

  1. Realmente son muy lentos, hasta para salir del metro, pero luego no tienen paciencia para hacer cola ni en el supermercado. Creo que no los entiendo, porqué tienen ese concepto de que son los mejores, pues por ejemplo dentro de sus casas (de las que yo conozco) yo no podría vivir y con su concepto de las mujeres tampoco. Realmente voy a estar un año y medio más aquí y a lo mejor luego me voy a España o a otro país, pero aunque todo es muy bonito no es el sitio mejor para vivir.

  2. Me ha gustado mucho este articulo, en muchos aspectos me siento identificada. Desde mi punto de vista, que estoy tambien recien integrandome en el mundo laboral aqui en munich y personal, ya que solo hace un mes que empece a trabajar en esta compania 100%alemana, y justo ayer comence a estudiar aleman (trabajo e ingles), se hace realmente duro integrarse. En mi empresa todos son muy educados, otros super simpaticos y otros distantes (algunos inclusos bipolares, como en todo el mundo), todo y que entiendo que soy yo la que tengo que hacer el esfuerzo de hablar aleman, de romper la barrera, de acercarme, etc. Todos me animan a hablarlo, incluso me han regalado algun libro, pero claro, mis recursos en aleman por el momento son bastante escasos. No obstante, todo y lo complicado del asunto, es importantisimo esforzarte al maximo, por que hay que romper con el mito de «la siesta», de que somos vagos, has de demostrar que vales igual que ellos (todo y la desventaja del idioma) y sobretodo que entiendan que estas aquí tambien para vivir la experiencia, por q queremos superarnos, y no solo dar entender de que estamos aqui por q nuestro pais esta en crisis o por q nuestra pareja vive aqui, a mi personalmente no me gusta que me digan «a si..estas aqui por que espana esta fatal…» pues no, estoy aquí tambien por q yo decidi arriesgarme y venir.

    En conclusión, es duro, nadie dijo que seria facil, pero hay que darlo todo, demostrarnos a nosotros mismos que podemos y que lo conseguiremos, eso si, paciencia, poco a poco.

    1. Hola! a mi también me ha gustado mucho el artículo y me identifico con lo que dice Jessica en su comentario. Yo me mudaré a Munich a mediados de marzo, no lo hago porque en España se esté fatal, aquí tengo trabajo y mi pareja también, lo hago porque mi pareja es alemán y yo quiero aprender alemán, a él le ha surgido una oportunidad de trabajo allí y porqué no vivir la experiencia?

      Respecto al perfil de emigrante y su integración, como bien dice el artículo, depende de cada persona, unos tendrán más facilidad para aprender el idioma, otros menos, a unos les gustarán las tradiciones alemanas y a otros no tanto, en fin, que cada caso es un mundo, pero sí creo que con esfuerzo, ganas, dedicación, positivismo se pueden alcanzar las metas propuestas, por muy difícil que nos parezca.

      Saludos y felicidades por el blog, me está resultando de gran ayuda 😉

      Cristina

    1. Buenas noches

      Me encanta la entrada 😉

      Parte de mi mi blog se basa en hacer «una parodia» de lo ridículo en tono de humor-ironía … etc. Pero, a la hora de la verdad, considero que es sumamente importante saberse adaptar e integrarse. Por ejemplo, a mí lo del «schönen Tag noch» me desespera, pero siempro lo digo com una cortesía hacia «ellos» ;).

      Lo dicho, me ha encantado.

      Lo de las b y las v … yo cada día tengo que consultar más la RAE … por si sirve de consuelo :´(

  3. Estoy de acuerdo im Großen und Ganzen.

    Para los que están llegando, aquí podéis leer los conceptos básicos de comunicación intercultural explicados de manera narrativa.

    http://herrasti.jimdo.com/mis-libros/puertas-peripecias-de-hispanos-en-alemania/
    Y aquí de manera semi narrativa, con un montón de relatos de hispanos y alemanes sobre su experiencia de inmersión en la otra cultura, relatos sistematizados para que se vean los elementos comunes.
    http://herrasti.jimdo.com/mis-libros/

  4. Hija mía: Por favor mejora tu redacción. Hay faltas de ortografía y de sintaxis por todas partes. Entiendo que lo importante es el mensaje pero también hay que cuidar las formas. La próxima vez, utiliza el corrector del Word para detectar las faltas más evidentes. ¡Suerte!

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