Un día de esos para no salir de casa cómo este fin de semana, lluvia, frío húmedo, lluvia y más lluvia… Salir, salí, pero con botas de agua, con paraguas, con 2 capas de jerseys más el abrigo. La verdad es que tiene un contrapartida interesante, tomar un té con amigos en una cálida cafeteria, tomando también una torta de manzana con salsa de vainilla mientras fuera está haciendo malísimo, hace que las conversaciones sean más filosóficas, más profundas. No me perdí el día de puertas abiertas del Parlamento de la Baviera, la vista de Múnich desde el edificio es espectacular aunque haya niebla.

Múnich está cubierto por una alfombra de hojas naranjas, secas y mojadas, valga el contrasentido, los árboles se están quedando ya sin su hajo de vida, y las bicis tienen sus luces encendidas, ahora nos detectamos así, como puntos.

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