Último día del Oktoberfest, y el tiempo regaló un día espectacular, sol durante todo el día, calor hasta las doce de la noche, para ir en bici, por aquello del «por si acaso» una chaqueta de punto y listo. En los carriles bicis y en las calles todavía se pueden encontrar por sorpresa cristales rotos de botella, y policía estacionada en cada esquina. Ya no hay tantos turistas americanos, este último fin de semana hubo más italianos y españoles.

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