Comer o no comer, cocinar o no cocinar… Esta es la cuestión que muchos alemanes se plantean cada día o una vez en la vida. Si no comen al mediodía, salen antes del trabajo y ahorran los cinco euros (por decir algo) que pueden invertir en la compra de una casa o en aumentar los ahorros que tienen en el banco. No es broma es verídico. Tan cierto que si observamos a nuestro compañeros de trabajo, vamos a encontrar más de un caso con dichas características.

Observemos… en mi primer trabajo en Múnich dónde estuve durante 2 años, había una chica rubia muy maja que cuando salíamos a comer fuera, ella solamente tomaba una «Latte Machiato» o lo que es lo mismo un vaso de leche con un café expreso mezclado. El resto del día la veía que comía chucherrias, es decir Haribo. Y nada más. Según ella, el «warm Essen» lo tomaba por las noches. Lo que significa que por las noches cuando llegaba a casa se ponía a cocinar.

La primera parada que hice en Múnich cuando llegué un frío treinta y uno de enero fue en casa de mi familia política… y día tras día me sorprendía que por las noches, ponían la mesa con unas tabletas de madera, sacaban el queso de lonchas del Aldi de la nevera, y unos cuantos embutidos en táperes de plástico y con pan guardado durante una semana en la panera, teníamos que cenar. Para entrar en calor, se ponía una tetera llena de infusión de hierbabuena en medio de la mesa. Y así día tras día con mantequilla en el pan blando, con un poco de queso fresco para untar y queso o mortadela. Si tenía suerte, había unos tomates cherry lavados dentro de un bol. Esto es lo que se llama cenar frío o comer frío «oder kalt Essen», y se puede considerar que es «comer un bocadillo» o rodajas de pan con queso.

En mi segundo trabajo hasta ahora, mi jefe siempre traía para comer un bocadillo de 10×5 cm de pan de cereales compacto con mantequilla, una hoja de lechuga y mortadela con queso. Esto para él era comer frío, porque por la noche su mujer cocinaba, pero no para el mediodía. Así rápido, no se pierde tiempo y mientras se está delante del ordenador o caminando de la panadería al trabajo se puede ir comiendo.

Hay compañeros que no comen.. y otros que se van de restaurante, así se aseguran la comida caliente fuera de casa y por la noche van «rápido». Incluso un compañero me dijo sin ningún tipo de vergüenza que por la noche tomaba sólo una manzana y cómo máximo un yogur. Nuestra cultura mediterránea es bastante diferente, a excepción de las cenas de «pan con tomate», cenamos y comemos caliente y sintiendo la comida con placer, y no por obligación. Y los gastos en nutrición seguro que son más altos que los gastos en comida de los alemanes.. así, cómo el que no quiere la cosa se pueden ahorrar hasta más de dos mil euros al año en comida o gastos en el supermercado.

Las pausas para comer en los horarios del trabajo generalmente son de treinta minutos y no son obligatorias, no se va a comer a casa (a excepciones). Si son comidas en restaurante pueden llegar hasta una hora, pero si uno trae la comida y no hay más conversación pueden reducirse hasta los cinco minutos. A veces me pregunto si esa manía de comer por obligación y poco, no roza la anorexia colectiva, porque ahorrar se puede ahorrar pero luego el gasto igual se van en cervezas y en Haribo y chocolate.

Buen provecho!

10 comentarios en “Comer caliente o frío o no comer…”

  1. jajaja me he reido mucho leyéndote. A mí también me llama mucho la atención cuando un alemán se pide un café con leche y un trozo de tarta sin más a mediodía. O cuando quedo a desayunar con las mamis alemanas ellas ya dan así por zanjada su comida y hasta la noche no toman nada más. Y ni te cuento en las guarderías, los niños si no comen no pasa nada y si sólo comen pan y fruta pues muy bien. Yo que en eso de las comidas debo ser muy española les tengo siempre un buen plato de lentejas (por ejemplo) preparado por la noche porque sé que en la guarde pican un poco de aquí y de allá y poco más. Y muchas mamis alemanas me preguntan extrañadas que cómo lo hago para cocinar caliente todos los días y bañar a los niñas todas las noches…jajaja…piensan que soy una súper woman cuando eso lo hacen todos los hogares españoles. Ains, y luego nosotros con nuestros complejos de inferioridad por ser del Sur!
    Besos

  2. El tema de la comida aquí para mi que soy nutricionista es alucinante, cada día me sorprendo más. Tienes toda la razón del mundo, no le dan ninguna importancia a la alimentación y así se lo transmiten a sus hijos cuando les dan un trozo de pan y una salchicha de camino a casa a modo de comida. Para ellos es una manera de gastar tiempo y dinero inútilmente, pero no lo es pasarse el día entero comiendo chocolate y haribo y beber cerveza hasta la saciedad cada vez que salen a tomar algo.
    Me ha encantado el post de hoy
    😉 FELIZ MARTES

  3. Me ha encantado tu post!!
    Sin duda, creo que ahorrar tanto tiempo como dinero en comer es excesivo, más cuando aquí los sueldos son altos y el tiempo libre también (si comparamos el número de vacaciones de España con el de Alemania).

  4. Y por mucho que les digas que en tu país de origen se hace de otra manera, te van a sacar el tema de «si ya has comido caliente una vez hoy…???!!!!) cada dos por tres. ja ja ja ja. Lo que les da es una envidia tremenda cuando ven lo que tú cocinas en casa o comes en la «Pause». Ahora…., yo estoy convencida: la razón de nuestras diferencias culturales y gastronómicas es la misma de siempre: no gastar + no limpiar.
    Un saludo.

  5. Es verdad que los alemanes le dan muy poco importancia a la comida. La comida no tiene el mismo valor que en Espana por desgracia. El tema de solo una comida caliente por día tambien me costo acostumbrarme pero ahora lo prefiero asi casi. De todos modos no estoy de acuerdo del todo con lo que dices. Si la empresa tiene una Kantine la gente come caliente por lo general. Y eso de que dices de ahorrar creo que en Espana es exactamente igual. No entiendo porque a algunos espanoles les hace tanta gracia el que los alemanes (algunos eh?) sean tan ahorradores. Pues a mi me parece bien qué quieras que te diga. Supongo que es cosa de opiniones. Y por otra parte en Espana nos tomamos al mediodia dos platos con postre y luego de la modorra no hay quien trabaje!

  6. Me ha gustado mucho el post.
    En mi trabajo, todo y que es de horario flexible, pocos se toman 1 hora libre para comer, comen sentados cualquier cosa mientras trabajan.. eso sí, cada semana traen tartas, galletas o algún postre para compartir, costumbre que me encanta 🙂

  7. Me divierte tu blog y la vez, me asusta. Me asusta el reflejo que me transmite el paso de tantos años por estos lares. Me asusta el recordar que menda, nunca echó de menos una siesta, ni las galletas untandas en un tazón de leche como desayuno, sin más. Me asusta que nunca tuve ningún merengue de nostalgias por productos/comidas españolas. Me asusta que, desde el primer día, todo mi afán, gusto y esmero fuera ‘aclimatarme’ en esta tierra con sus gentes, lengua, cultura, horarios y gustos. Me asusta porque me plantea una interrogación: Yo, como española que disfruta de un buen Brotzeit y no añora un cocido de lentejas y su laurel como cena, ¿soy normal?. Tu blog me divierte por la ensalada de letras que tan estupendamente sabes y que tan bien me sienta. Saludos.

    1. Hola Marga!! Eres normal y no pasa nada no te asustes.. el ser humano es un animal de costumbres y yo en mi casa no como tanto como en espana… y despues de tantos anos fuera y cambiando de pais.. 2 veces.. mi vida es un mix.. y esta muy bien asi. Pero mantengo la mirada externa para poder conocerme mas a mi misma. Besos. ENM.

  8. Tu blog me divierte y a la vez, me asusta, estimada bloguera. Me asusta el reflejo de tus narraciones, cuales transmiten reflejos del paso de tantos años por estos lares. Me asusta el recordar y pensar que menda, nunca echó de menos una siesta ni tampoco unas galletas untadas en un tazón de leche como desayuno, sin más. Me asusta que nunca tuviera ningún merengue de nostalgias por comidas/productos españoles. Me asusta que, desde el primer día, todo mi afán, gusto y esmero fuera ‘aclimatarme’ en esta tierra, con sus gentes, lengua, cultura, horarios, gustos y derivados. Me asusta porque me plantea una interrogación: Yo, como española que disfruta de un buen Brotzeit y no añora un cocido de lentajas y su laurel como cena, ¿soy normal?. Me divierte tu blog, y me alimenta tu ensalada de letras que tan graciosa y estupendamente sabes aliñar porque, de esto sí que tengo morriña hambruna; de mi lengua materna. Saludos cordiales.

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