Estaba leyendo un artículo del ElPais.com, sobre la creciente tendencia de compartir piso para economizar gastos en las grandes urbes españolas… y me ha venido a la cabeza una idea comparativa con la vida que seduce aquí en Alemania, y que los españoles que llegamos nuevos al país nos choca, o a la que nos tenemos que habituar. Lo que me ha llevado a la vida sostenible de aquí que tanto criticamos desde nuestra perspectiva consumista (o que era consumista..). Está claro que el paso del consumismo compulsivo hasta en el supermercado a la «austeridad» (perdonar la palabreja de moda) o mejor dicho a la sostenibilidad en la vida diaria hay una transición mental muy dura.

Aquí se guarda el papel de regalo para usarlo en la próxima oportunidad… y nosotros criticamos recibir un papel arrugado, con estampado de los años noventa. O cuando se viste a los niños con ropa de segunda-décima mano, con colores perdidos o con el tejido ya desgastado y cedido… y los criticamos porque no se visten «bien», con ropa nueva y conjuntados. O cuando tienen la obsesión de ahorrar hasta el ridículo y de contar los céntimos que se gastan en un café o en un yogur, y nosotros los criticamos por eso «por ser tan tacaños y tan avaros»… No compran casas, sólo alquilan… quizás gastan demasiado en «el coche», o compran libros de segunda mano… o regalan cosas que tienen en casa, o guardan todo para «el momento en que lo necesiten»… pero sin embargo no cocinan en casa porque no es práctico. En este caso la sostenibilidad es para que la economías de los restaurantes funcione. En casa comen más «austero». Comida caliente o comida fría… cenan pan con queso o con embutido y listo. Más barato. Pero en el supermercado está todo envasado, mucho plástico para una sociedad en la que el bio está hasta en el supermercado discount.

Cuando se llega aquí a buscar piso, se encuentran habitaciones compartidas muy peculiares, en un piso enorme en un inmueble antiguo y majestuoso, de más de cinco habitaciones enormes y en la que la dueña vive en él.. es artista y alquila las habitaciones de sus hijos.. en las que se puede tener un salón y una habitación en estilo loft. O se descubre que los abuelos de tu pareja, que vivían en una casa señorial en las afueras próximas al centro de Lübeck alquilaban la planta de arriba para una familia, otra de más arriba a otra y la planta de abajo para otra familia y ellos vivían en la del medio…

En España se ha guardado el azafrán cómo método efectivo de ahorro… en las dos generaciones de antes que nosotros, ahora ni se planta, las personas prefieren vivir solas, no compartir (pecado que se comparte con los individualistas alemanes que huyen del comunismo de la antigua Alemania del Este).. se pagan guarderías y babysitters porque ya no se vive con los padres o abuelos, o se piensa que hay que independizarse y no vivir con los padres, a los 30 ya eres hijo de mama con problemas sexuales. Pero la contradicción de individualismo, de querer quedarse en el mismo pueblo o ciudad hasta la muerte contrasta con la que nos tenemos que buscar la vida dónde esté el trabajo, y allí no hay ni la casa familiar, ni los padres ni los abuelos para cuidarlos o para que nos cuiden. El pecado de la no-sostenibilidad, de centralizar el trabajo en las grandes urbes lleva a no poder ser sostenibles. Entonces? Solución sostenible alemana… la mujer en casa. La solución no sostenible española… el estrés y la depresión, no trabajo, mucho trabajo.

Vivir en otro país nos lleva a trastocar nuestros valores.. a mirar atrás, a nuestras generaciones anteriores, es el efecto de una crisis que llegó debido al estilo de vida, cultural y de educación que hizo un giro de 180°C de una generación a otra. Perdimos valores que ahora recuperamos y que cuando emigramos nos damos cuenta que otros países no tienen complejos con valores opuestos a los nuestros.

Qué necesitamos? Mente abierta y valentía! Pero también mucha asertividad. Hay que decir lo que sentimos, lo que queremos y lo que no nos gusta. Difícil en un momento depresivo debido a la crisis.. no queda otro remedio, mirarse a uno mismo, buscarse dentro, y salir para afuera. Con la cabeza bien alta.. hay que ser sostenible para sobrevivir, pues se es.

Ser o no ser… esa es la cuestión.

6 comentarios en “Vida Sostenible, Vida nueva… Cambiar el conformismo”

  1. Me han encantado tus reflexiones. Gracias por compartirlas. Los resumiría con «Buscar dentro para salir fuera».
    Ah y lo del giro es de 180º, efectivamente, es como volverse de espaldas y mirar en dirección opuesta.

    Saludos

    Javier

  2. Sí, tienes razón vivir en otra cultura y otro país es un proceso de transición mental…comparas, contrastas, te sientes huérfano.

    Pero no nos confundamos: la ruina de nuestro país no ha llegado porque nos gusten los buenos alimentos y no nos conformemos con productos baratos de supermercado o porque la buena mesa y la tertulia formen parte de nuestra cultura, la crisis se debe a los bancos y a los intereses que son tres veces más altos que hace 5 años lo que obliga al gobierno a recortar en prestaciones sociales.
    La crisis se debe a los bancos sin escrúpulos que junto con los ladrones con cargos públicos se han cargado al país.
    Es interesante el reportaje sobre la banca Goldaman Sachs y el comienzo de la crisis en EE UU y luego en todo el mundo…al final siempre gana la banca.

    http://videos.arte.tv/en/videos/goldman-sachs-la-banque-qui-dirige-le-monde-bande-annonce–6896912.html

  3. Excelentes reflexiones. Esta cerca mi mudanza y leerte ha sido un bálsamo, para reflexionar sobre las diferencias. Mi pareja es aleman y tenemos un hijo de 11 años. La paradoja, mi padre que falleció hace 5 años, ya fue emigrante en el país en los años 60.
    Será verdad lo que dicen, que estamos condenados a repetir de lo que no hemos aprendido.
    Ufff! nuestra España, cuanto camino tiene que recorrer.

    Gracias y sigue escribiendo, lo haces genial!

  4. Me encanta como escribes, llevo tres años en Alemania y has descrito perfectamente lo que senti cuando llegue, ahora ha dejado de llamarme la atencion, pero hay un contraste en la cultura del gasto.

    La primera vez que alguien llevo a la guarderia una caja con zapayos usados dicendo que ya no les valia y que si me interesaban, me dio verguenza mirar a la caja y lo rechace inmediatamente, era como si cuestionara mi capacidad economica. Ya me he acotumbrado.

    El segundo contraste fue cuando la madre de la amiga de mi hija, que tenia una hija más pequeña y a quien le estaba dando la ropa de mi hija, ropa española y muy valorada por los Alemanes ( Goco, Agata Ruiz,….) , me pregunta si tengo porblemas en que la venda de un «Flohmarkt «. Ya me he acotumbrado.

    Les encanta pensar que ahorran, aunque luego se compren pan a precio de oro todos los días,o se gasten fortunas en manualidades, o en coches. Recorren Km para comprar la leche un un supermercado 2 centimos más barato, sin cuestionarse cuanto gastaron en gasolina o si han perdido toda la tarde.

    Hay días en que me veo haciendo lo mismo, mi marido dice que cada dia soy más alemana,… todo se pega!!!!

    Un abrazo y gracias por esribir y compatir tus ideas.

    1. Gracias Esther por tu comentario… muy bueno y muy real. Con los años una se acostumbra y algo se pega..

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