Ahora ha salido un poco el sol, pero continúa el super viento que hace que no se puedan abrir las ventanas, y que entren mil florecillas pequeñas por toda la casa, por todas partes… en el suelo, sobre los muebles, sobre los sillones, el sofá. Difícil ir en bici con este viento y con la lluvia, super desagradable, pero te llena de vida. Me recuerda al viento de la Bretaña, esa viento atlántico que impone fuerza, que te despeja.

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