En los edificios de apartamentos, es decir, pisos, hay en la parte de abajo (a veces se encuentra arriba del todo), normalmente al lado de los trasteros, una habitación dedicada a lavar y secar la ropa. Para lavar la ropa, hay que traer el jabón, el suavizante de la ropa, y monedas de 50 céntimos. Normalmente 50 céntimos equivale a 30 minutos, es decir, que si el programa de la lavadora indica que va a durar 2 horas, y 1h30, entonces habrá que poner 4 ó 3 monedas de 50 céntimos (Si se intenta con 2 monedas, cuando el programa es de 1h10 no sirve, la lavadora se para!). Las lavadoras funcionan sólamente si se ponen los 50 céntimos. A veces hay instrucciones especiales, que están bien indicadas en frente de la lavadora. Para cualquier duda o problema con la lavadora, etc. se tiene que preguntar al «Hausmeister» o mejor dicho al conserje del bloque de pisos.

Para usar la lavadora comunitaria, se tiene que apuntar en la agenda o lista, que suele estar encima o cerca de la lavadora. Así que hay que indicar: Nombre, hora de inicio y hora de final en la que vamos a usar la lavadora.

Para secar la ropa, una opción es utilizar las habitaciones especialmente dedicadas para secar la ropa (demasiado húmedas para mi gusto) o subirla a casa, y secarlas como toda la vida dentro de casa con un tendedero (fuera si se tiene balcón o estamos con buen tiempo).

Y… no sé si lo habéis adivinado, pero los 50 céntimos son super buscados. Un truco es ir al banco a buscar un lote de monedas de 50 céntimos, el paquete de 50 cuesta 20€. Pero si no se tiene tiempo de ir a buscarlo al banco (en horarios de abertura), entonces, se puede ir a la caja Stadtsparkasse que se encuentra situada en Marienplatz en el antiguo ayuntamiento, allí hay un cajero automático para ir a buscar «rulos» o paquetes de monedas. Es cierto, que no sólo existe allí este especial cajero automático, he visto uno en Harras, y supongo que habrá más.

3 comentarios en “Las Lavadoras Comunitarias”

  1. ¡Ja, ja! Ya creía que estaba haciendo crisis mi neurosis obsesiva y que sólo a mí me pasaba que las de 0.50 le resultaban escurridizas. Antes de una llamada a Buenos Aires, a por mi Analista (cara de por sí, imaginate sumarle la llamada), decidí cotejar experiencias y hete aquí que mi anónima contertulia, la española en Múnich, corrobra que no estoy -al menos por las de 0.50- de internar, sino que es una malaria general que acomete con la paciencia de más de uno.
    ¡Cada entrada tuya es un placer, mi amiga! Cada recomendación, un must a tener en cuenta! ¡Sí que eres generosa en esto del compartir, eh!
    Un abrazo.

    1. Hola Diego!

      Cómo me río siempre con tus mensajes!
      Si si.. no es broma, cada vez que paso por Marienplatz, pienso.. tengo o no monedas.. y ante la duda, siempre entro en la Stadtsparkasse!! Es más impersonal, no hay que dar explicaciones y en este caso es mejor, porque una vez me empezaron a interrogar que para qué quería yo, monedas de 50 céntimos!! Y tuve que dar explicaciones para comprar un paquete!
      A veces no funciona este cajero de monedas… (lo acaban de cambiar -Junio 2010-, es nuevo!) otros sí, pero siempre quedar el consuelo de ir a la Stadtsparkasse de la plaza de Harras. Pero, como buena previsora, siempre tengo un paquete de más en casa!
      Saludos.

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